Una madrina todo poderosa!
– ¿Qué obispo quiere apadrinar a esta hermana? – Preguntó el cardenal moderador de ese grupo lingüístico, que sesionaba dentro del Sínodo de la Familia en octubre del 2015 en Roma, después de que la hermana se había atrevido a levantar la mano para proponer un modo, esto es, un cambio a ser propuesto en el documento oficial de trabajo del Sínodo.
– Yo la apadrino madre, – dijo un obispo de la mesa de enfrente, aunque la verdad, no faltaron obispos bien dispuestos, a respaldarla con tal de que pudiera proponer su modo.
– La madre Bertha María, de mirada franca y palabra directa, terciaria capuchina de la Sagrada Familia, de Costa Rica, y miembro de la Unión Internacional de Superioras Generales, como que no se quedó muy contenta, pero, de cualquier forma pronunció su idea, la cual fue aceptada casi por unanimidad.
– Póngalo por escrito madre, – le dijo, uno de los sacerdotes moderadores de ese grupo, el cual estaba formado, por 23 padres sinodales, entre obispos, arzobispos y cardenales, y 10 laicos, entre ellos solo dos mujeres.
– Al día siguiente, en el mismo grupo, al calor de los fuertes e intensos debates, y buscando cada quién, que su idea fuera aceptada, una vez más, la madre Bertha Porras, levantó la mano, con mucha decisión, queriendo que su voz también fuera escuchada, a lo que un sacerdote de al lado, y en voz alta, le dice, – espérese madre, que va a necesitar un padrino, – a lo que ella, con valiente voz, exclamó:
– Yo no necesito padrinos, yo aquí puedo ser madrina de todos, – con lo que se ganó la atención general, y puso fin a la discusión.
Religiosas de ese calibre, necesita la Iglesia, hoy!
+Alfonso G. Miranda Guardiola
Participante del Sínodo Ordinario de Obispos 2015