REFLEXIONES
¡Hey! ¿Qué fue del ayer?
¡Hey! ¿Qué fue del ayer? Los lirios, las aves, los peces, ¿dónde se han ido? – Con tanto derrame en mares y ríos, se han extinguido....
Leer MasAnthony Van Dyck / Lamentación de Cristo (1599-1641), BELGIUM
Pasé la Juventud y me entregó su perla, me encontré al Trabajo y me dio su esmeralda, me encontré al Servicio, y me dio su alegría, también me encontré a la Belleza, y me dio su sonrisa, por último me encontré al Sufrimiento y ahí encontré a Dios. +Alfonso G. Miranda Guardiola Anthony Van Dyck / Lamentación de Cristo (1599-1641), BELGIUM...
Leer MasReflexión del Cardenal Rodríguez Maradiaga sobre la crisis de Gaza
La población no tiene un lugar seguro para refugiarse, cuando caen las bombas en aquella pequeña franja de tierra, densamente poblada, que es Gaza. Allí ven a su hijos asesinados, sus barrios arrasados y sus esperanzas de paz futuras destrozadas. El campo de batalla son barrios llenos de niños, mujeres y hombres. Con hospitales abarrotados de heridos y muertos, escuelas bombardeadas, incluso cuando sirven como refugio. Como Caritas, hemos exhortado al alto el fuego permanente, aunque sea solo un primer paso en el camino hacia una paz justa, que se base en negociaciones inclusivas en toda la región. El camino de la reconciliación es largo, pero inicia dentro de nosotros mismos. Israel y Hamás, ¿ cómo es que miran ustedes la brizna que hay en el ojo de su hermano, y no reparan en la viga que hay en el propio? Lo que deberían hace es deponer las armas y tomar un binóculo, para comprobar que la mayoría de sus víctimas son personas inocentes. Ésta es la tercera guerra en cinco años, entre Israel y los activistas de Gaza. Los palestinos de Gaza ya viven una vida en la que escasea el suministro de agua, la mayor parte de la comida proviene de las organizaciones humanitarias y está fuera del alcance de sus habitantes la dignidad de poder tener un trabajo. Caritas facilita ayuda material y espiritual a la población de Gaza, en momentos de necesidad y desesperación . Exhortamos para que se levante el bloqueo de Gaza y se permita a su habitantes proteger la propia vida y medios de sustento, con el fin de poder vivir una vida digna. Cuando recientemente encontró a los presidentes de Israel y Palestina en el Vaticano, el Papa Francisco dijo: “Para conseguir la paz, se necesita valor, mucho más que para hacer la guerra. Se necesita valor para decir sí al encuentro y no al enfrentamiento; sí al diálogo y no a la violencia; sí a la negociación y no a la hostilidad; sí al respeto de los pactos y no a las provocaciones; sí a la sinceridad y no a la doblez”. Como Caritas, rezamos por las paz en Tierra Santa. Rezamos por las familias palestinas y israelíes que han perdido a sus hijos, madres y hermanos y por los que han resultado muertos. Nuestras oraciones van a los niños que viven en el terror, cuyas cicatrices mentales seguirán siendo profundas, incluso mucho tiempo después de que termine esta guerra. La Confederación Caritas envía su cariño y solidaridad a los empleados de Caritas que arriesgan su vida cada día trabajando en Gaza. Son personas que trabajan humildemente y sin tregua al servicio de Jesús, en las condiciones más difíciles que se puedan ustedes imaginar. ¡Que Dios les acompañe en cada paso que den! También rezamos por nuestros compañeros de Caritas Jerusalén y el apoyo vital que ellos ofrecen constantemente a los compañeros que trabajan en el terreno. Mientras conmemoramos el Centenario de la I Guerra Mundial, recordamos las palabras del Papa Benedicto XV: “La fuerza puede reprimir el cuerpo, pero no puede reprimir las almas de los hombres” y rezamos porque a pesar de estos tiempos terribles de guerra y opresión, las almas de los palestinos y los israelíes seguirán siendo libres para creer en un futuro de justica y...
Leer MasHe aquí, la respuesta teológica que un niño da a sus papás, Divorciados vueltos a casar, que no pueden comulgar:
– A ver mamá, explícame otra vez eso, porque no te entiendo. – Sí Pedrito, tu papá y yo, no podemos comulgar. – Pero, ¿porqué? – Ya te lo he dicho, somos divorciados y vueltos a casar, – ¿Y eso qué tiene qué ver? – Pues ya tuvimos un matrimonio anterior, que por muchas razones no pudimos conservar, y ahora nosotros no podemos recibir la comunión. – Pero la catequista nos ha dicho, que Dios es bondadosos y misericordioso, – Sí es cierto, pero… – Y tú me has dicho que el Papa Francisco quiere que todos nos acerquemos a Dios. – Sí pero… – Y que todos somos pecadores, pero que Dios nunca se cansa de perdonar. – Bueno, no es que la Iglesia no quiera darnos la comunión, – ¿Entonces? – De hecho se esfuerza por acogernos y acompañarnos, – ¿Y luego? – Simplemente no podemos por nuestra condición, debemos respetar las leyes de la Iglesia y respetar los sacramentos, así rendimos también culto a Dios, y mostramos nuestro amor a Dios y a la Iglesia. – No entiendo mamá. – No te preocupes, tú ahorita vas a recibir por primera vez el cuerpo de Cristo, con mucho amor y mucha devoción, nosotros, como en cada misa, lo recibiremos en nuestro corazón. – (Suspirando hondo Pedrito agrega) Está bien mamá, ya no te preocupes, yo comulgaré por ustedes, pero sin que nadie se dé cuenta, voy a separar un pedacito de la hostia para ti y otro para papá… – Las lágrimas de Lupita rodaron desde las ventanas de su alma. No hace falta decir cómo su hijo tocaba su corazón, y cómo en su sencillez, era capaz de sentir su dolor, comprenderla y amarla. +Alfonso G. Miranda Guardiola...
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