Espíritu Santo
La venida del Espíritu Santo en Pentecostés, no se asemeja a una dulce paloma que sutil y silenciosa se posa en una rama, la más pequeña de los árboles; sino más bien al vuelo enérgico y osado del águila, que ante el rugido de la tormenta, traspasa las cimas y las oscuras nubes en busca de nuevos y brillantes cielos....
Leer MasOcurrió en San Max
Anécdota simpática acaecida en el templo de San Max. Afuera de la tienda del güero, frente a la casa de los padres del Templo de San Max, se juntaba un señorito, ya medio grande de edad, pero chaparrito y delgado, cara afilada, piel morena, muy simpático. Andaba siempre con ropa arrugada, holgada, y siempre desparpajado y despeinado (estilo claviyazo). Era pintor, barrendero, albañil, jardinero y multiusos, según decía. Un día me pedía que le regalara un rosario, y se lo daba, y al otro día me lo volvía a pedir, que porque lo subieron a la patrulla y se lo quitó la policía, que porque se lo habían robado, que porque lo golpearon, y ve tú a saber por qué más cosas. Cada vez que me veía, se acercaba solícitamente a saludarme, haciéndome todas las reverencias y caravanas respectivas,...
Leer MasJuan El Bautista
Transmitir el rumor de sus sandalias y ser el eco de sus palabras… Como Juan el Bautista, no somos más que el eco de la palabra expresada desde el principio por el Creador. El eco de esa Palabra ya proclamada por Dios, y que permanecerá después de que me haya ido! Como la delicada y suave luz que la luna proyecta, así somos nosotros, solo el reflejo de la luz que sale del verdadero sol. Como Juan yo también soy enviado, a transmitir vivamente el rumor de sus sandalias y el recuerdo de sus palabras. Un día Jesús responderá por mí, a la pregunta: ¿Quién soy yo? Y El me dirá: ¡tú eres luz! De la misma manera como Juan anuncia en medio de la noche, la llegada del Mesías, así será siempre más valioso, encender una lámpara que...
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