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Anécdotas

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¿Cómo es que tú en lugar de reclamar, pides a Dios por mi?

Posted by on Oct 29, 2014 in ANECDOTAS | 0 comments

¿Cómo es que tú en lugar de reclamar, pides a Dios por mi?

Era un sacerdote que acaba de terminar su misión en un pueblito escondido y lejano, y regresaba a su diócesis. Pasó antes a despedirse, de los ancianos y enfermos de un albergue para desahuciados, que él había frecuentado. Al terminar la hora santa, pidió la bendición al pequeño pueblo que lo acompañaba. Le llamó la atención, que un hombre sin manos y sin piernas, al final de la pequeña capilla, lo bendecía con sus labios y con su mirada. Tenía los ojos llenos de luz, y repetía sin cesar: ¡Señor cuídalo, protégelo, defiéndelo! El sacerdote intrigado por tan vehemente bendición se acercó y le preguntó: ¿cómo es que tú, en esta condición en la que te encuentras, que bien podrías reclamarle a Dios, en cambio, pides tanto a Dios por mí? Cuando yo esté cara a cara con Dios, le dijo, yo no le reclamaré nada, porque nunca me sentí solo, siempre he sentido su cálido amor y su pródiga presencia. Más bien pido a Dios por Usted, que regresa a la gran ciudad, llena de tantas distracciones, que hacen olvidarse muy fácil de Dios; un lugar donde abunda el pecado y las tentaciones, y que hacen vivir como si Dios no existiera. Por eso pido con tanta vehemencia por Usted, para que el Señor lo custodie y lo socorra aunque Usted se olvide de Él, aunque a veces no tenga tiempo para Él. Para que sienta el entrañable amor de Dios, que no abandona, que comprende, que es tierno y fiel, a toda prueba. Quédese en paz hermano, que me iré de la mano de Dios con su bendición. Vaya en paz Padre, que el Señor lo acompañe, y gracias por habernos entregado el cielo a través de sus tiernas manos.   + Alfonso G. Miranda Guardiola @monsalfonso...

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Le hicieron esta atrevida pregunta a un grupo de seminaristas

Posted by on Sep 16, 2014 in ANECDOTAS | Comentarios desactivados en Le hicieron esta atrevida pregunta a un grupo de seminaristas

Le hicieron esta atrevida pregunta a un grupo de seminaristas

Le hicieron esta atrevida pregunta al grupo de seminaristas de Estados Unidos, que estudian en Roma, pero que vale para cualquiera de nuestros países. ¿Porqué un joven que durante mucho tiempo escuchó críticas contra la Iglesia y el celibato sacerdotal, por la pederastia, opta hoy por el sacerdocio?Y ésta fue la respuesta: Todos ellos habían tenido la experiencia de contar con un sacerdote cercano a la familia, o a ellos mismos, y aunque veían que no eran perfectos, eran abiertos, cercanos, amables, los veían alegres, felices y sencillos, y les brindaban cariño, consejo, pero sobre todo su sincera amistad. Y, por eso, contestaban, entraron al seminario. Bendito y alabado, sea por siempre el Señor. + Alfonso G. Miranda Guardiola Curso para nuevos obispos en Roma....

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El obispo, a lavar los platos

Posted by on Sep 11, 2014 in ANECDOTAS, HISTORIAS | Comentarios desactivados en El obispo, a lavar los platos

El obispo, a lavar los platos

Celebrando estaban los diáconos en el comedor de la Catedral, muy gozosos después de su ordenación estelar. Los acompañaba el señor obispo y muchos amigos sacerdotes. Se veía y respiraba en los diáconos, y en todos los presentes el orgullo vocacional: “lo hemos logrado, al fin hemos llegado”. Y se oía el sonar alegre de las copas, cuando levantadas en lo más alto, se chocaban para brindar y festejar. Los abrazos, las felicitaciones, y los buenos deseos no faltaban, todo aquello era una fiesta de colores. Y vinieron los quesos, las aceitunas, los bocadillos y los ricos jamones, sin faltar por supuesto, los centros de mesa, los arreglos y las flores. Llegaron más invitados, con muchos regalos y dones. Las monjitas no se daban abasto, trajeron más sillas y sillones. Al final hubo cafecito y pastel de frutas, hecho de fresas y limones. Se sacó toda la vajilla, las tazas y hasta los jarrones. Jamás se agotó la alegría, los cantos y las emociones. Contagiada por tanta algarabía, una afanosa monjita, la que recogía los platos y los tenedores, dijo con una fulgurante sonrisa: ahorita que acaben, los espero para lavar la loza en la cocina, pero primero que venga el obispo, luego el diácono y al último el sacerdote. Todos soltaron la carcajada, por tremendo atrevimiento. Qué va a saber ésta, pensaron, de protocolos y ordenamientos. Siguieron compartiendo las risas, los sueños y los sentimientos, y mientras se divertían, el obispo se escabulló y se metió a la cocina, y se puso a lavar muy contento, toda la vajilla. Un sacerdote y un diácono al verlo, lo siguieron. “Madre”, ¿qué es lo que ha hecho? Reclamaron los otros cuando los vieron. Pero antes de que la monjita pudiera defenderse, el obispo atajó: “Si una mujer enseñó a Jesús a lavar los pies a los discípulos, no veo porque una monjita no pueda enseñarnos a nosotros a lavar los platos”. +Alfonso G. Miranda Guardiola (Recogido de una anécdota de un obispo del Paraguay)....

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¿Quién era, porqué interrumpió mi carrera, para decirme esas cosas?

Posted by on Ago 27, 2014 in ANECDOTAS | Comentarios desactivados en ¿Quién era, porqué interrumpió mi carrera, para decirme esas cosas?

¿Quién era, porqué interrumpió mi carrera, para decirme esas cosas?

Ayer en la tarde mientras corría, un señor que pasó trotando a mi lado, con voz firme y grave me dijo: “Enderézate, levanta la cabeza, y te cansarás menos”.  Yo le hice caso, alce la mirada, y seguí corriendo. A la vuelta, me lo volví a topar y me dijo: “toma tu tiempo, corre rápido y después descansa, y así hasta el final”. Gracias, le dije. Mario, para servirte, se despidió. Alfonso, le contesté, y lo perdí de vista en la lejanía. ¿Quién era? ¿Porqué interrumpió mi carrera, para decirme esas cosas? Fue un ángel, estoy seguro, que el Señor me mandó para decirme cómo debo andar por esta vida: –   Mira siempre hacia el cielo;   –   Camina de frente sin vacilaciones; –   Avanza erguido y con el corazón alzado; –   Ten confianza en ti mismo; –   Si caminas derecho tendrás menos errores, te cansarás menos. –   Toma tu tiempo, acelera, pero también descansa. Todo eso me dijo Mario, el ángel que pasó a mi lado, ayer en la tarde que corría…    +Alfonso G. Miranda Guardiola  @monsalfonso ...

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