A tono con el mundial !
El seminarista todo alegre, sotana encima, corría con el balón pegado a la barda de la sacristía, pero repetidas veces equivocaba el pase, en el futbolito que jugaba con los monaguillos en el patio, entre la casa parroquial y la sacristía de la Iglesia, pero el niño, al ver que el seminarista no daba una, ni le daba el pase, y ni siquiera metía gol, todo enojado exclama: ¡Qué mal juegan los seminaristas, yo no sé que tanto hacen en el seminario!
(Hecho real acaecido en la parroquia Santa Elena de Zuazua, N.L., hace ya muchos años (1997) siendo yo seminarista; claro está que yo no fallaba los goles, por supuesto!).
Cada 4 años, sin falta, 😉 publico esta historia!
+ Alfonso Miranda Guardiola