La historia de Lalo, el enorme.
Esta es la historia de Lalo, el enorme.
Había una vez un hombre muy grande y muy robusto, llamado Lalo, que se había casado con una mujer chiquita, bonita y delgadita. Este hombre le preguntaba a Dios, porqué lo había hecho con un cuerpo tan voluminoso, pues no se sentía muy bien con su enorme físico, que le impedía desplazarse con agilidad.
Un soleado sábado del mes de junio del 2009, en que ambos estaban en un Retiro de matrimonios en Allende, salieron después de comer, para cumplir con un compromiso importante en Cadereyta. Y andando ya en carretera, de pronto, fueron testigos de un aparatoso accidente, y vieron como un carro chocaba y giraba, hasta quedar completamente volteado sobre el asfalto, quedando debajo del vehículo, una pequeña e indefensa niña. Tan pronto se dio cuenta de la emergencia, Lalo paró su automóvil, y corrió tan rápido como pudo, y sin pensarlo siquiera, tomó el pesado carro con sus dos grandes manos, y lo levantó, de tal manera que pudieron rescatar a la niña, que ya traía el pulso muy leve, y llevarla de inmediato al hospital, donde finalmente pudieron salvarle la vida.
Ya de regreso en el Retiro, todavía con la adrenalina en el cuerpo y la emoción palpitando en el corazón, Lalo platicaba la experiencia, lleno de luz y lágrimas en sus ojos, y decía: ¡Ahora sí ya sé … ya sé porque Dios me hizo así!.
Y se quedó muy contento y feliz, y con esa paz y claridad, que sólo el amado Dios puede dar.
+Alfonso G. Miranda Guardiola