Los divorciados vueltos a casar y la devoción a la divina misericordia
El Señor muestra caminos, los allana, dulcifica corazones poco dispuestos, y asiste muy de cerca a aquellos Sacerdotes que están cerca de Sor Faustina.También asiste especialmente a las superioras de Sor Faustina quienes le acompañan, ayudan y trabajan activamente en la institución de esta fiesta.
Finalmente, la fuerza de la voluntad del Señor se impone y la obra encomendada a Sor Faustina llega a buen término.
Es posible establecer un paralelismo entre esta situación y la evolución de la situación de los DVC.
Es verdaderamente notable como se han producido avances en el tema DVC de hace unos años al momento actual.
La conferencia de Obispos Alemanes es responsable de poner este tema en un área de reflexión de toda la Iglesia. Los aportes de los Obispos Alemanes han generado sensibilidad en un tema que está presente en la Iglesia a nivel global, generando respuestas y movimientos locales a nivel mundial. Precisamente, los Obispos al tocar un problema nacional de dimensiones globales (en todo el mundo hay DVC que desean tener una inserción plena en la Iglesia) avivaron la sensibilidad de los DVC en todo el mundo.
Así, las Diócesis han ido sintiendo la presencia de una comunidad DVC sedienta de Evangelio, deseosa de ocupar su lugar en la Iglesia de Cristo, que somos todos.
Y así como el Señor dulcificó los corazones poco dispuestos a admitir la devoción a la Divina Misericordia, en estos momentos de la historia de la Iglesia podemos ver cómo su Amor va derritiendo el hielo de la indiferencia y el legalismo.
En poco tiempo, pasamos de ver DVC excluidos y relegados a ver DVC protagonistas.
La imposibilidad de acceder a la Comunión Sacramental hace que la comunión Espiritual florezca en mil formas. De aquí que no es un protagonismo humano, sino un protagonismo trascendente y espiritual, motivado por un deseo real de cercanía con el Señor.
Trabajo en penales, hospitales, Parroquias y escuelas, grupos y un sin fín de actividades que nos hacen redescubrir la alegría del Evangelio.
La consciencia de estar en situación irregular para la Iglesia es la que nos impulsa a acogernos a la Divina Misericordia y protegernos, cubrirnos bajo la amorosa protección de sus rayos. Esto y la amorosa intercesión de Sor Faustina son formas de buscar el perdón que no nos es posible encontrar en la reconciliación.
Hermosos tiempos nos quedan por venir donde se quiten las sombras que nos cubren y el sol que brilla en lo alto nos ilumine en plenitud.
Gustavo Gabriele