Un bello cuento de dragones y una princesa.
En mi loco afán, me puse a cazar dragones por todos los reinos de la tierra, para mi hermosa princesa, que había dejado resguardada en la torre de mi Castillo.
Y vinieron después las mil luchas y un combates, y pasaron los meses, y quizá los años, y me olvidé de mi princesa.
Ella mientras tanto, había escapado de mi Castillo, y había sido conquistada por otros príncipes, que le habían ofrecido … mejores reinos.
Más tarde comprendí lo que había hecho, dejé de perseguir dragones, y los dejé en sus sueños, y me puse a reconquistar mi verdadero Reino, a mi Princesa, que hacía mucho… había partido.
Afortunadamente, en el corazón de mi amada, aún estaba yo, por lo que peleando contra mil príncipes y sus mosqueteros, pude, después de mucho tiempo, con mi paciencia, insistencia y tenacidad, volver a conquistarla, eso sí, ¡para ya nunca dejarla jamás!
+ Alfonso G. Miranda Guardiola
Inspirado en una bella parejita de Retrouvaille.