Eres, señora, la más hermosa
Dios la miraba,
y Ella sonreía.
El cielo esperaba
La Virgen Maria.
El mundo se alegraba,
y de azul se vestía,
Pues un niño en él nacía.
De la Virgen María.
El cielo la coronaba,
de fiesta en este día.
La Iglesia se regocijaba,
Era la Virgen María.
Dios te pague señora.
Y te haga siempre dichosa.
Te regale el tiempo y sus horas.
Pues tú eres la más hermosa.
+Alfonso G. Miranda Guardiola